
En cuanto a mí, nunca lo practiqué concientemente. En mi trabajo matinal sobran las palabras, la música y las expresiones ruidosas, así que al llegar a casa, realmente disfruto de su ausencia, o de la presencia del silencio. Creo que el hecho de ser hija única hizo que me acostumbrara al mismo, a estar en mi compañía sin la necesidad de interlocutores o de sonidos.
Estar en silencio es un buen ejercicio para escuchar la propia mente. El que no pronunciemos palabras no significa que no haya pensamientos, que no haya ruido interior. Los pensamientos tienen voz, tono, volumen y pueden ser mucho más nocivos que la palabra. El ruido interior contiene un mensaje importante para la búsqueda del crecimiento, es a partir del autoconocimiento que podemos crecer, si no hay conciencia de quienes somos es muy difícil! La practica del silencio buceando en nuestro interior, puede ayudarnos a ver conductas que desconocemos de nosotros.
Termino esta breve reflexión con las palabras de Platón:
El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.
Hoy, maneja las riendas de tu vida escogiendo tus palabras y tus silencios.
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